Narciso Isa Conde: una mirada “radical” del conflicto colombiano

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Narciso Isa Conde

Narciso Isa Conde se puede considerar como uno de los revolucionarios que han hecho la historia de su país, la República Dominicana y de toda América Latina por el aporte de su pensamiento y por su compromiso militante por una región libre de vínculos con el imperialismo de “los halcones” del Norte. Nacido en 1942, ya desde la adolescencia participó en la lucha contra el régimen de Trujillo. Luego llegò a ser Secretario General del Partido Comunista Dominicano.
Participó también en la revolución de Abril de 1965 y en la Guerra Patria contra la invasión de Estados Unidos.
Durante el régimen de Joaquín Balaguer sufrió cárceles, persecuciones y exilio.
Actualmente es parte de la presidencia colectiva de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) junto al sociológo estadounidense Jaime Petras, el obispo Casaldáliga de Brasil y otros destacados politícos e intelectuales latinoamericanos.   
Por este empeño revolucionario caracterizado por no haber nunca discriminado diferentes formas de lucha, incluida la lucha armada de las FARC, con las cuales “sostiene vínculos públicos de amistad y solidaridad de larga data” está sufriendo recientemente una campaña de mentiras montada desde el gobierno de Colombia.
Buscando noticias de él se encuentra que es tildado cómo: “ideólogo de las Farc”, ‚“agitador multicarta”, “alto dirigente de las FARC”, “expositor de las ponencias de las FARC”, “amigo del separatismo vasco”, “admirador de Marulanda” y por último Álvaro Uribe lo ha definido recientemente “líder terrorista”.
Lo encuentro en su casa de Santo Domingo, amable y cordial, no parece realmente un terrorista. En su país es respectado y conocido, hablando de él con la gente del pueblo se nota siempre encenderse una luz en los ojos de algunos, recordando el “revolucionario radical” que ha luchado por la libertad de su país.
 
A.M. — ¿Quien es Narciso Isa Conde en realidad?
 
N.I.C. — Yo soy un revolucionario radical en el sentido más profundo del término, porqué trato de ir a la raíz de los problemas, no por la estridencia del verbo ni tampoco por la modalidad o por la forma de lucha que se pueda emplear en un momento determinado.
 
A.M. — Narciso, tu eres un líder revolucionario en República Dominicana, ¿has participado en primera persona a la lucha por la libertad de tu país verdad?
 
N.I.C. — Inicié mi actividad politíca en clandestinidad contra Trujillo y luego fui parte de la insurgencia de Abril de 1965, después del golpe militar contra Juan Bosch. Participé en el levantamiento militar encabezado por los coroneles Fernández Domínguez y Francisco Caamaño y los militares constitucionalistas, en su conversión en una insurgencia popular militar cuando se produjo la alianza de patriotas militares y el pueblo armado.
Vivimos la invasión norteamericana y la masacre que esta invasión impuso, entonces también EEUU nos calumnió presentándonos dizque fusilando civiles en el Parque Independencia, acá en la ciudad de Santo Domingo; entonces yo aparecía en una lista de 56 terribles comunistas, era   apenas un dirigente universitario, pero por los grandes medios de comunicación del imperio, incluyendo aviones que con bocinas potentísimas sobrevolaban la ciudad, mencionando mi nombre y los otros 55 describiéndonos como seres diabólicos…
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A.M. — Sin embargo, en ese momento determinado hay una profunda campaña de desprestigio contra tu persona y hasta circula la noticia que elementos de la inteligencia colombiana y del ejército cómo el general Mario Montoya han visitado tu país indagando sobre tus vincúlos con las Farc. ¿Está solamente el riesgo de una demanda judicial o algo más?
 
N.I.C. — Generalmente cuando se dan estas campañas, que tienen su centro en una especie de terrorismo mediático, que uno sabe perfectamente quien las instrumenta, que llegan desde el centro de los halcones de Washington, desde la Cia, desde las agencias norteamericanas, y especialmente en este caso también desde los organos de seguridad e inteligencia del régimen narcoparaterrorista de Álvaro Uribe, al que yo he enfrentado con toda responsabilidad, es claro que persigue la criminalización para facilitar procesos seudojudiciales y estimular el asesinato.
Se origina esa campaña porque siempre he considerado a las FARC como un movimiento politíco militar que tiene justa razón de ser.
Yo no puedo viajar a Colombia porqué hay planes de atentar contra mi vida a ser ejecutados por sicarios de la CIA y de la misma inteligencia colombiana, hay claras señales de eso y además el propio Uribe se lo comentó al expresidente dominicano Hipólito Mejía.
Por otros asuntos ya intentaron matarme en el pasado, hubo una trama criminal en mi contra en 1987 orquestada por la mafia cubana-americana de Miami en complicidad con el régimen de Balaguer, fue por mi lucha contra la impunidad del crimen de Estado, por haber tratado de reactivar las acusaciones contra los autores materiales e intelectuales del asesinato gran amigo y camarada, formidable periodista, miembro del Partido Comunista Dominicano, Orlando Martínez Howley; que fue asesinato por haber denuncia en los años 70 los vínculos existentes entre crimen y poder. Pasaron 25 años sin que se realizara el juicio por ese asesinato y nosotros mantuvimos el caso vivo, no solo desde el punto de vista judicial sino también politíco. Hemos logrado a principio de este año la condena a 30 años de prisión de los autores materiales del asesinato, pero faltan todavía los autores intelectuales. 
 
 
A.M. ¿Tu crees que tiene sentido todavía la lucha armada de las FARC?
 
N.I.C. — Hay que considerar que en Colombia lucha armada tiene ya 60 años de vigencia, con 43 años de vida de las FARC. Yo creo que para que un movimiento político militar haya podido reunir miles y miles de combatientes, de milicianos, de simpatizantes durante una lucha tan difícil y tan larga, tienen que haber causas motivantes muy profundas.
En la historia de Colombia se ve que todo eso surge a raíz del inicio de la guerra sucia, por los años 50, y tiene mucho que ver con el asesinado de Gaitán y la matanza de 300 mil colombianos. Imagínate 300 mil personas en esa época,   y así uno se da cuenta del nivel de violencia y del poder terrorista de ese Estado.
Desafortunadamente esa guerra sucia no se ha detenido, antes en muchos casos se ha profundizado. Y no se han superado tampoco las causas profundas de la desigualdad, de la exclusión, de la discriminación de los movimientos sociales.
Incluso se habla del tema de los secuestros, ¿que conflicto armado no ha tenido de alguna manera rehenes, prisioneros? En algunos casos se puede decir más justificados que en otros, pero la guerra no se gana a través de una alfombra rosada, las guerras son duras, las guerras son crueles.
 
 
A.M. — Eres uno de los presidentes de la Coordinadora Continental Bolivariana que aparece en unos medios de comunicación de America Latina como la fachada política de las FARC. Diferentes diarios, sobre todo los de Perú y de Colombia la acusan de tener vínculos con el terrorismo, en Perú más que todo es acusada por ser lugar de reactivación del MRTA. ¿Vedades o mentiras?
 
 
N.I.C. — Cómo se sabe la Coordinadora surgió hace cinco años a raíz de una acción muy audaz en la que participaron sobretodo jóvenes revolucionari@s de Venezuela, Colombia y Ecuador, en una especie de réplica de la Campaña Admirable del libertador Simón Bolívar, la marcha triunfal que hizo desde Cartagena de Indias hasta Caracas.
Así se lanzò la idea de construir la CCB, motivada por la necesidad de crear un espacio de confluencia del movimiento revolucionario en toda su diversidad, partidos de izquierda, movimientos sociales, organizaciones comunitarias, personas, intelectuales, artistas, movimientos de pueblos originarios… Todos coincidimos en la necesidad de unificar fuerzas, no solo en escala nacional, en cada país, sino continentalmente, para enfrentar una estrategia que también tiene caracter continental. Una estrategia politica, militar, económica, mediática… de los Estados Unidos y de sus fuerzas aliadas en la región.
Este es un un periodo que valoramos como un periodo de viraje luchas sociales y políticas, de ola de cambio, de ola progresista, de procesos avanzados, ya con la revolución bolivariana de Venezuela en marcha, con la Cuba que ha logrado resistir heroicamente, con el proceso avanzadisímo en Ecuador, con el triunfo de Evo Morales y su poder indígena emblemático, con la recuperación del gobierno sandinista en Nicaragua, con el triunfo del obispo Lugo en Paraguay, con los piqueteros y cortadores de rutas, con los grandes combates sociales urbanos y rurales, con las inderrotables insurgencias colombiana y mexicana…
Toda esa diversidad de lucha necesita también una unidad de actores. La Coordinadora surge con la idea incluyente de no discriminar a nadie por forma de lucha, eso es lo que determina que las FARC, o que los movimientos con pasado insurgente o con presente insurgente, formen parte también de la Coordinadora.
En la presidencia colectiva desde el inicio participan figuras como el Obispo Casaldáliga de Brasil, como la de Manuel Marulanda de las FARC y de Víctor Polay líder del MRTA de Perú, como la cantautora Lilia Vera y todo lo que fue su rol en la lucha de la Venezuela de los años 60/70… poetas, secretarios generales de partidos comunistas, partidos que están desarrollando su lucha en la legalidad, que están participando en procesos electorales… como están también los Fogoneros de Uruguay, como está el PCML de Brasil y otros partidos marxistas junto a una serie de movimientos sociales.
Entre los temas asumidos por la CCB está el de la solidaridad con los presos políticos, porqué así como han sido consecuentes los camaradas cubanos en la defensa de sus cinco patriotas, así nosotros, solidarios con ellos, también tenemos que tener en cuenta la terrible situación de una cantidad enorme de presos politicos de los movimientos revolucionarios, de los movimientos sociales y políticos del continente y del mundo.
Otro gran tema es la nociva presencia militar directa de Estados Unidos que aparece muy débilmente tratado en la agenda de una parte importante de la izquierda latinoamericana y por eso hemos lanzado la campaña de “ni un soldado yankee en nuestra América”.
Estamos en un continente colonizado y recolonizado económicamente en la manera más brutal y además encima sufriendo los efectos de una estrategia militar de los Estados Unidos, con una fuerte presencia de bases militares, de operaciones militares, de maniobras, verdaderamente impresionantes. Ese desafío de la Coordinadora es el de dejar de ser pasivos frente esas realidades dramáticas, ser izquierda de verdad, entendiendo la izquierda cómo una diversidad, pero entendiéndola además como una necesidad en términos de ser profundamente revolucionaria, contestataria, transformadora.
 
 
A.M. — Desde la computadora de Raúl Reyes salió que tu estabas metido en la mediación entre Correa y las FARC por la liberación de Ingrid Betancourt. ¿Qué pasó realmente?
 
N.I.C. — Eso es un invento. Mi papel respecto en Ecuador estuvo relacionado con el II Congreso de la CCB. Los compañeros depositaron en mí y en el camarada Amilcar Figueroa la confianza para iniciar en ese país los contactos que posibilitaran la realización de ese congreso, procurando sensibilizar a los actores del proceso ecuatoriano. Eso incluyó un gran número de intercambios con fuerzas políticas y sociales del Ecuador.
Por la posición delicada de ese proceso frente a la oligarquía y al imperialismo consideramos obligado comunicarle al gobierno ecuatoriano nuestro propósito y con esos fines solicitamos una entrevista con Gustavo Larrea, el Ministro de Gobernación. El nos recibió y entonces le dijimos con toda claridad que la Coordinadora era una organización que no tenía vínculos de Estado y que en consecuencia no le estabamos pidiendo un compromiso de gobierno, pero si necesitamos contar con su aprobación puesto que no queríamos hacer un congreso desafiando la autoridad ecuatoriana o incomunicándole algo de su competencia, y el contestò que entendía perfectamente el asunto y que no tenía ninguna objeción a que se realizara un evento asì en Ecuador.
Aconteció que mientras se realizaba nuestro evento se estaba desarrollando entre las Farc y entre los gobiernos ecuadorianos, venezolanos y el francés un nuevo proceso dirigido a lograr la libertad Ingrid Beatncourt y algunos otros rehenes. Eso explica el porqué el campamento móvil de Raúl Reyes estaba en ese momento cerca de la frontera y en territorio del Ecuador. Imagino que Raúl pensó que Uribe no iba a sabotear el pro ceso en un territorio de otro Estado. Ya había informaciones que las negociaciones para esa liberación estaban avanzadas.
Luego, ya concluido el Congreso de la CCB, fue cuando recibimos la infausta noticia del bombardeo del acampamento. En ese proceso yo no tuve nada que ver, ni estuve previamente enterado del mismo.
 
 
A.M. — ¿Y entonces cuáles son tus verdaderos vínculos con FARC?
 
N.I.C. — Mis vínculos con FARC son públicos y yo cada vez que he tenido una entrevista con sus dirigentes la he dado a conocer. Fui en el Caguán cómo testigo de la apertura del proceso de paz, que más tarde se obstruyó por la presión norteamericana sobre el régimen de Pastrana. Evidentemente el gobierno de Estados Unidos ya estaba contemplando la perspectiva de victoria de Uribe, que era mejor garantía por una política mucho más dura.
Yo si participé poco tiempo después en una gestión por la liberación de Ingrid Betancourt desde aquí, Santo Domingo, y eso tuvo que ver con mi viaje al Caguán. Creo que esos niveles de relaciones siempre hay que darlos a conocer a nuestra sociedad; y por eso entonces yo preparé un reportaje para el periódico Hoy, un diario muy importante de la Republica Dominicana, que publicò una página completa donde yo aparecì en una foto con Marulanda y donde redactaba mi viaje al Caguán y mi estadía en los campamentos de las FARC.
Eso fue en 2001, después de esa publicación vino en mi casa un periodista francés y un diplomático francés y el diplomático francés es el ex esposo de Ingrid Betancourt. El Estado francés estaba muy interesado a la liberación de Ingrid y él me pidió hacerle llegar un mensaje a FARC y servir de intermediario para una señal de vida de Ingrid, que era lo que ellos necesitaban como paso previo a cualquier acuerdo mayor.
El ex esposo de Ingrid me explicó los niveles de hostilidad de Uribe, como se manejaba este señor con la familia y la desconfianza que ellos tenían en él. El gobierno francés estaba en disposición de tratar bilaterlamente con las FARC, hasta reconocer a las FARC cómo fuerza beligerante y hasta tratar cualquier tema relacionado con su situación.
Yo hice la gestión, llegò el mensaje, los dirigentes de las FARC dieron las pruebas de vida y salud de Ingrid, aceptaron el proceso y se avanzó significativamente camino a producir la liberación, pero tan pronto se enteraron y pudieron hacerlo, Uribe y el ejército bloquearon esa posibilidad.
 
 
A.M. — Siempre has sido muy solidario con la revolución bolivariana de Venezuela
y con el presidente Chávez, ¿Qué opinas de las recientes declaraciones del él y de Fidel Castro sobre la guerrilla y la lucha armada?
 
N.I.C. — Lo de Chávez fue un viraje fuerte, sorpresivo, desconcertante. Lo peor para mí fue decir que la lucha armada no tiene ya ninguna vigencia. Como explicar entonces que él mismo, se alzó en armas.
Porque Chávez no se levantò con una florcita, el se levantò con fusiles y eso fue lo que entonces aplaudimos. Lo aplaudimos y lo defendimos en el momento en que que ese gesto trascendente estaba siendo estigmatizado, en el momento en sus protagonistas eran calificados mendazmente de golpistas.
Creemos que se necesita reciprocidad en todo esto y ninguna razón de Estado debe dar lugar al reconocimiento de la verdad. Si en Colombia hay lucha armada con tal nivel y tantos años de existencia, es por que esta tiene razón de ser y pertinencia.
En Venezuela evidentemente ha predominado la decisión de recomponer las relaciones entre Uribe y Chávez, entre ambos gobierno y ambos estados; y para facilitar ese paso se ha incurrido en dos grandes errores: exaltar la amistad con el régimen narcoparamilitar terrorista de Uribe, desagraviándolo por todas las verdades que el propio Chávez le dijo y reclamar la desmovilización de las FARC como algo saludable para paz y la democracia y necesario para una la relación de buena vecindad con el país hermano. Y algo peor criticar la lucha armada, intentar deslegitimar la guerra de todo el pueblo y el despliegue de todas las formas de lucha cuando el gobierno colombiano asume una línea guerrerista y EEUU amenaza con su Cuarta Flota.
Eso equivale afilar cuchillo contra la garganta de la revolución bolivariana y contribuye a afianzar un Estado que esta pretendiendo jugar en esta región el papel que juega Israel en el Medio Oriente. Y la verdad es que si se comienza a ceder un dedo en ese terreno, luego te piden el brazo y finalmente la cabeza.
Las declaraciones de Fidel Castro y la posición de Cuba frente a Colombia van evidentemente en la misma dirección, aunque ciertamente trató con más cuidado el tema de las armas cuando afirmó: “yo no le estoy pidiéndole a nadie deponer las armas”.
Pero ese posicionamiento de liderazgos tan influyentes en el continente, más que afectar   a la insurgencia colombiana acostumbrada a situaciones difíciles, golpea sobretodo la posibilidad inmediata de un cambio democrático en ese país; cambio que estaba madurando a consecuencia de la descomposición del régimen de Uribe y los avances hacia una plataforma común de todas las fuerzas progresistas se le oponen.
 
 
A.M. — ¿Crees que hay salida de la situación colombiana?
 
N.I.C. — Yo creo que el régimen de Uribe imposibilita un proceso de dialogo y de acuerdo. Me parece que hay evidencias muy claras de eso, o sea no se trata simplemente de Uribe sino todo lo que él representa.
Lo que hay que producir en Colombia es una confluencia entre las fuerzas políticas civiles y militares alternativas, las fuerzas políticas, la insurgencia armada, los movimientos sociales politizados… con una propuesta de gobierno soberano, democrático y participativo que posibilite abrir la mesa de diálogo sobre el tema de la violencia para encontrar rutas de paz y bienestar.
En Colombia estaban creciendo y pueden volver a crecer las fuerzas que plantean la renuncia de Uribe, como los movimientos que existieron en America del Sur, Ecuador, Argentina, Bolivia…se trata de sacarlo de la presidencia por ilegitimo, por usurpador , por criminal y corrupto, se trata de lograr otra composición gubernamental.
Tanto el ELN como las FARC han demostrado que están a disposición de ser parte se un proyecto con esas características y de una salida política al conflicto armado. Pero un proceso de ese tipo necesita de garantías y condiciones imposibles de alcanzar en el contexto de un gobierno como el de Uribe y por la vía de la desmovilización de la insurgencia armada e frente él. Eso equivale al suicidio colectivo.
Yo le doy la razón a Marulanda: recuerdo que así me lo planteó en una conversación personal que tuvimos cuando fui al Caguán. Él decia: “yo no voy a desbaratar a cambio de nada o poco, no voy a desmontar una construcción historíca de 40 años, un ejército popular, en una mesa de negociación”.
Ese fuerza armada irregular tiene que ser un componente de la salida política como lo intentó ser el FMLN en El Salvador antes de entregar armas, cuando planteó que se le reconociera en el aspecto militar y solo se le consideró limitadamente para el caso de la nido policía civil, con las consecuencias negativas que conocemos.
Hay que aprender de todas las experiencias de paz negociada. Las FARC tienen la ventaja de haber sobrevivido y crecido para poder ponderarlas mejor, amén de tener fuerza considerable y logística propia para resistir.
Hay que darle rienda suelta a la imaginación, pero yo creo que las armas en mano de las FARC en cualquier acuerdo serían una garantía para ellos y para una buena parte de la sociedad civil.
De inmediato hay que contribuir a una política de humanización del conflicto y la humanización del conflicto tiene un capitúlo que se llama canje humanitario de prisioneros, y canje implica intercambio de prisioneros de ambas partes. No se debe hablar de la crueldad de la retención de prisioneros en las montañas y silenciar la enorme crueldad de un régimen que desquartiza gente, que tortura gente, que siembra el país de cadáveres. Entre esos presos que tiene las FARC los hay paramilitares y motosierreistas, torturadores, narcotraficantes, verdaderos criminales. Las FARC han intentado muchas veces el canje y ha dado muchos gestos positivos en esa dirección, yo estuve invitado a aquel canje, cuando liberaron más de trescientos militares, y me negaron la visa.
 
A.M. — ¿E Ingrid Betancourt?
 
N.I.C. — Está claro que Ingrid Betancourt es una candidata de Francia, no de Colombia, y que es parte del proyecto francés para América Latina. Ella hizo una alabanza a Uribe y al general genocida Montoya que nunca debió salir de sus labios, aunque luego se tornó más opositora. Y la diferencia de posturas entre ella y su familia, más allá del origen oligárquico común, es que mientras ella está actuando con su proyecto político en la cabeza y con Sarkozy en la presidencia de Francia por obra y gracia de la CIA, su familia actúa con sus sentimientos y con el dolor que le ha provocado el cinismo de Uribe.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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    Anonimo ha detto:

    probando

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    Pedro ha detto:

    En líneas generales debo admitir que concuerdo con el análisis que Narciso Isa efectúa de la realidad latinoamericana.
    Sin embargo, con profundo respeto por la tryectoria del personaje debo precisar algunos detalles.
    Autocalificarse de revolucionario radical me parece una exageración con dosis de vanidad. Hubiese preferido que mencionase consecuencia, lealtad o solidaridad.
    Es evidente que con los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Paraguay y Ecuador se reabren las esperanzas de las clases explotadas del continente pero no podemos cantar victoria cuando aún no conocemos el desenlace final de cada proceso y todos sabemos que el fascismo esgrime su mano asesina cada vez que los pueblos deciden poner fin a siglos de miseria y explotación. De a´hí, la importancia de la solidaridad internacional y los esfuerzos por evitar la implantanción de dictaduras sangrientas.
    Expresar que en Nicaragua el gobierno ha sido recuperado por el sandinismo me parece una visión errónea pues la fracción que dirige Daniel Ortega ha caído en la conciliación y el reformismo.
    Respecto a las declaraciones de Hugo Chávez podemos bien catalogarlas de “desafortunadas , ingenuas y decepcionantes”. Además es justo que sean los colombianos, los militantes revolucionarios los encargados de adoptar nuevas decisiones. En este sentido, las recetas, por muy bien intencionadas no tienen validez porque las realidades son diferentes.
    La solución del problema colombiano? Díficil aventurar una respuesta cuando las heridas no cicatrizan y la dignidad de miles de personas ha sido mancillada. De acuerdo a las experiencias en otras naciones todos estos hermosos anhelos de reconciliación , paz y democracia terminan transformándose en traiciones, oportunismo e impunidad para los criminales. Ojalá que Colombia,su pueblo, sepa encontrar la senda que lo conduzca a la libertad y la democracia auténtica.
    Ingrid Betancourt? No es sorprendente su actitud, sólo es el reflejo

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    Pedro ha detto:

    … de su condición de clase. Los medios de comunicación que controlan la información mundial han organizado una campaña continua para convertir a Ingrid Betancourt en una “heroína de nuestros tiempos” pretendiendo hacernos creer que de millones de personas en el mundo, su martirio es el más inhumano. Cómo si se pudiese medir el dolor?
    Hay quienes han tenido la osadía de proponerla como candidata al Premio Nobel .Esta niciativa rídicula y sin sentido tiene como objetivo homologarla con personajes históricos trascendentales como Nelson Mandela.
    Cordialmente.

  4. avatar
    Annalisa ha detto:

    @Estimado Pedro, estoy de acuerdo casi con todo pero no creo que calificarse de revolucionario“radical” como ha hecho Narciso Isa Conde quiera decir lo mismo que vanidad. El ha explicado muy bien lo que entiende por “radical” y sobre su consecuencia, lealtad y solidaridad yo no tengo la menor duda. Un abrazo como siempre.

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    Pedro ha detto:

    Apreciada Annalisa. Jamás osaría poner en duda la consecuencia de Narciso Conde pues, sinceramente,aún confesando mi ignorancia,no manejo mayor información sobre su trayectoria política.
    El problema radica en el manejo de los términos y, especialmente, aquellos que son continuamente manipulados políticamente (pueblo, revolución, patria,etc). Personalmente, y esto no tiene ninguna relación con Narciso, he conocido muchos revolucionarios con muchas “erres” pero que a la hora del combate son los primeros en batirse en retirada. Con todo el respeto del mundo, éllidossigo manteniendo que agregarle “apellidos” a revolucionario es innecesario.
    Reitero,mi comentario se basa únicamente en el manejo de los conceptos y no tiene nada que ver con la trayectoria o personalidad de quien las emite.
    Con el cariño de costumbre, un abrazo.

  6. avatar
    IGL ha detto:

    Latinoamérica no se opone a la ideología de izquierda, siempre y cuando se constituya en un elemento moderado de progreso.

  7. Complimenti per il sito!

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